lunes, 4 de octubre de 2010

Mendigo

Y el condenado de mi gordo me aplico la “desaparición” otra vez. Hoy no vino a desayunar, mi madre dijo que en todo el día no se apareció y yo toda histérica a las 8.00pm… ya quería ir a darle una vuelta a la colonia a ver si andaba por ahí.

Cosa no muy inteligente… tomando en cuenta para empezar que es un gato, difícil la cosa seguir un gato, y para colmo negro jojojo no vería ni máuser.

Pero en eso de las 8:50 se ha dignado a aparecer… oliendo un poco feo, eso sí, pero vivito y coleando.


Preocupaciones, puras preocupaciones me da este chamaco. Todavía que hoy me camine varias cuadras, subí a una ruta 14 llena, con ese calor humano apestoso y a un taxi con canciones de “jesus es lo más grande, solo jesus te salvara”… y todo para comprar sus latas de Friskies, porque el fino no me come otra marca.

Qué remedio, ese amor gatuno que me gana >_<

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