Es duro cuando no sabes quién, cuando solo acumulas  impotencia y un odio al que no tienes donde dirigir. Te preguntas porque y  deseas que el causante sufra lo que tu sufres.

Porque a pesar de no ser de nadie son tuyos; y los cuidas y  te preocupas y sabes que solo necesitan comida y tiempo para comprender que no  todos somos crueles.

No sé si es accidente o no, pero mis gordos callejeros murieron y ni si quiera tengo un rostro a quien partirle su madre, a quien decirle que no tenían dueño pero si tenían quien los quería y se preocupaba por ellos.

No soy perfecta pude haber hecho más, me falto tiempo, me falto dinero, me falto… no sé, ya no se que será, pero es tan injusto que por gente sucia que no limpia su casa mis gatos se hallan topado con un ratón envenenado. 

Y más que la tristeza de la muerte, es la impotencia de la ignorancia lo que me mata, no saber quien ni qué hacer. Pero cada fibra de mi ser espera que esas personas vivan la frustración y la impotencia que siento.

Plutón y yo siempre los recordaremos.