El día de ayer lleve de lonch al trabajo un sándwich de huevo con frijolitos. Y ustedes podrán decir que la crisis me pego duro y querrá hacer su coperacha pa alimentarme… pero no, en mi refri había pechugas de pollo, salchichas, verduras, hasta un tamal.
Así es señores, no es por ser una inche pobre (que lo soy, pero no fue por eso). Sino que a mí me gusta el huevo pero no lo como mucho por recomendación de mi doc. Así que para los que creen que huevo es una comida pioja y de pobretones les cuento que para mí se compara a un manjar, porque no lo como diario.
Así que ahí andaba yo en la cocina de empleados, llena de contadores y su comida pedida a domicilio, manchando mi reputación con mi samdwichote de huevo con grijolitos… Pero feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario